domingo, 29 de marzo de 2009

Reflexiones Sobre los Hechos de los Apóstoles:

Reflexiones Sobre los Hechos de los Apóstoles:


CAPITULO 2


  • Unánimes juntos” Condición básica desde Elohim en Gen.1:1 (El Dios plural que vive en unidad) hasta siempre y a través de toda la historia ese requisito de que “sean uno como Tu y Yo somos uno...para que el mundo crea” Es fundamental para Pentecostés también.


  • Señales: sangre, fuego y vapor de humo

    1. Acababa de darles la señal de la sangre en la cruz.

    2. El fuego fue dado en las lenguas de fuego de Pentecostés. El fuego quema las impurezas, purifica los metales de la escoria y Dios mismo es fuego consumidor. Sus ojos llama de fuego. Sus ministros llama de fuego. Su presencia era fuego en el desierto de noche, en la zarza, el holocausto tenía que ser quemado totalmente confuego, las palabras del profeta eran fuego y la gente que no quería oír, estopa. Las lenguas que fueron repartidas en Pentecostés también eran de fuego.

    3. El vapor de humo es lo que sube una vez que fue quemado el holocausto. Puede ser que entre otras cosas se refiera al humo agradable a Dios una vez que sus santos han pasado por la sangre y el fuego. La Ascensión de Cristo Resucitado que acababa de ocurrir.


Esta señal triple que es la misma señal antigua que le había dado a Abraham en el simbolismo de la circuncisión, o a Melquizedec en el vino y el pan, a Jonás en los 3 días en el vientre del pez, a Juan en le bautismo de agua, y a los discípulos en la última cena: la señal de todos los tiempos: la muerte, resurrección y ascensión de Cristo. Es la esencia del Evangelio que le otorga la esperanza a la Tierra de que aunque su sol se oscurezca, es decir aunque la luz de este mundo ya no nos alumbre nada, aunque su calor ya para nosotros no signifique mucho por el frío tan notorio de la muerte y de la gente que nos rodea, aunque todo lo que significa esa gran luz de este mundo, a nosotros nos tenga fuera de su alcance, sin embargo tenemos una Luz y un Calor que cubre todas nuestra necesidades. Y si la Luna, que es menos que el Sol ya que no sólo es únicamente luz de este mundo, sino que aparte es sólo reflejada, nos tiene tan engañados con su belleza, que para arrancarnos de su influencia Dios la tiene que convertir en sangre para aquellos que queremos ser llenos del Espíritu Santo. Como dicen algunos escritores, que es necesario que venga la noche de nuestra vida del alma de nuestra vista natural para que empecemos a ver y a vivir lo espiritual.. Que se nos haga de noche el día de este mundo y nos amanezca el Día Espiritual, el de los Primeros Frutos, el de la Fiesta de las Semanas, el de la Cosecha, el de Pentecostés y no sólo nos quedemos con las señales sino con el contenido único de los signos y señales de todos los tiempos: El Misterio del Evangelio escondido desde todos los tiempos y ahora revelado a su iglesia: Esencia de lo que venimos hablando...Y así enviados y habilitados por el Espíritu Santo vayamos por la Tierra escribiendo las nuevas páginas de los Hechos del Espíritu Santo que no ha dejado de actuar desde siempre y hasta entonces...si podemos creer.

lunes, 23 de marzo de 2009

Reflexiones sobre el Lbro de Hechos de los Apóstoles

Comentarios Sobre los Hechos de los Apóstoles:

 

CAPITULO 1

·        Teófilo significa “amante de Dios”... a él está dirigido el escrito, quienquiera que sea amante de Dios. v1

·        “Me referí a todas las cosas que Jesús hizo y enseñó desde el comienzo”. (Biblia NVI 95 dramatizada) “Hablé de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y enseñar” (Valera 60) Me parece a mí que “desde el comienzo” y “comenzó” tienen implicaciones tan diferentes que la primera va a dar al comienzo espiritual y celestial del primer libro o tratado que escribe Lucas que es precisamente su Evangelio en donde traza los orígenes en anunciaciones de Ángeles celestiales tanto a Zacarías padre de Juan, precursor de Jesús según la carne, y (cuyo nacimiento es tan milagroso como el de Isaac puesto que ya eran viejos sus dos padres); como a María explicándole claramente quién sería el Padre Celestial del Niño y también a los pastores representantes del pueblo sencillo de buena voluntad, les hizo saber Dios a través de los Ángeles, el origen de los acontecimientos terrenales tan poco extraordinarios según la carne pero tan trascendentales según el Espíritu. Autentica también por profecías proferidas allí mismo por Zacarías, María, Simeón el anciano y Ana la anciana profetiza de la tribu de Aser quienes dan testimonio hablado y ahora escrito por Lucas de los orígenes y las implicaciones espirituales y físicas de la visitación celestial de Jesucristo a esta Tierra. Los doctores de la Ley se asombraron de la sabiduría celestial de aquel Niño. El mismo Juan el Bautista prepara su venida con toda una vida de proclamaciones de cómo Dios quería que la gente se preparara para recibirle. San Lucas también traza la genealogía de José (Lc.3:23-38) hasta “Adán hijo de Dios” para que no quede duda por ningún lado del Origen de todas las cosas. Sin embargo la segunda versión “comenzó a hacer” parece decir que las acciones de Jesucristo empezaron aquí en la Tierra. Es una observación personal, pero que les parece a ustedes? Además otra cosa notoria es el orden que usaba Jesús en su metodología de la enseñanza en su pedagogía: “hacer y enseñar” en contraste a nuestros sistemas educativos tanto religiosos como seculares donde primero enseñamos luego hacemos...(si nos queda tiempo)...con razón hay tanta gente trabajando en campos distintos a lo que estudió, o profesionistas imprácticos, o gente en la religión dedicada al rito, al mito, o al grito pero no a la realidad, no? Que estas reflexiones nos llevaran a modificar nuestras prácticas sería lo ideal. (Versículo 1)

 

·        El mismo Jesucristo daba instrucciones “por el Espíritu Santo”, cuánto más nosotros. 2 Es decir: ¡Cuánto más nosotros necesitamos depender del Espíritu Santo para dar instrucciones...y también para recibirlas, no?

·        ... “hasta el día que fue llevado al cielo”. Lucas hace bastante énfasis en el Cielo.2 En otras palabras oigo decir a San Lucas que su Evangelio empieza en el Cielo y termina en el Cielo, y la pregunta que me brota es... ¿y el que nosotros predicamos dónde empieza y dónde termina?1

 

·         “Darles muchas pruebas convincentes de que estaba vivo”. Como nos ha llamado a vivir por fe, haciendo decisiones basadas en lo que sabemos, y no vemos...es decir a vivir la vida más allá de la muerte del yo en el campo de la resurrección, lo cual es totalmente espiritual, sí necesitamos muchas pruebas indubitables de que El vive, sobre todo cuando hay tantas tribulaciones que tratan de nublarnos la visión espiritual de las cosas, es refrescante recordar la cantidad de veces que El nos probó y nos sigue probando que está vivo y que sigue siendo Dios y está en control de todas las cosas.¿Por qué querría el Señor convencerlos de su resurrección?3 Las predicaciones subsiguientes de Pedro lo contestan

·        “Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del Reino de Dios, ya resucitado. Tiene que haber sido un tema importante.3

·        “Después de padecer la muerte” Aunque sea desde el Cielo hasta el Cielo, no deja de poner los pies en las realidades que enfrentó, enfrentamos y enfrentaremos aquí en la tierra... “padecer la muerte” en todos los ámbitos, sentidos y campos. Es decir: dejar de existir a lo inexistente, a la sombra, a la forma, al rito, a lo externo, a lo visible, sensible, tangible, a lo que parece ser pero que solo es reflejo a lo que “todos dicen”

y concentrar nuestra atención, fuerzas, recursos, vida, decisiones, existencia en El que ES, en lo Real, lo Espiritual, lo Fundamental, lo Invisible, Intangible, lo Esencial, lo Original, lo Fundamental, lo Trascendente, lo que tiene Raíz, lo que no se mueve aunque no se vea...etc v.3.

 

·        Fue precisamente Jerusalem donde escogió el Señor que descendiera el Espíritu Santo, en miras a la Jerusalem espiritual que un día bajaría del Cielo aunque la Jerusalem terrenal estuviera siendo lo opuesto a sus propósitos ya que ella misma había sido la que mató a tanto profeta y apedreó a tanto enviado de Dios, la que hizo morir al mismo hijo de Dios, hacía unos cuantos días. 4

·        “Esperen la promesa del Padre , de la cual les he hablado”.  ¿Cuál era esa promesa y cuando les habló de ella?v.4

·        “Dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo”. El deseaba que fueran inmersos en el Espíritu Puro de los Cielos, que fueran sobrecogidos, anonadados, inundados. V.5

·        Pero el espíritu de la tierra estaba allí, dominándolos todavía, además era muy justo su argumento, humanamente hablando. “...¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de israel”? es decir ¿Ya vas a quitarnos el yugo de los romanos, Señor? V6

·        ¿Por qué al hablarles el Señor Jesucristo de ser inmersos en el Espíritu de los Cielos (Santo), ellos seguían leyendo el espíritu de la Tierra, es decir la restauración física de Israel? .6

·        “No os toca a vosotros conocer los tiempos ni las sazones” No es nuestro estar preocupados si ya nos cocinamos o nos falta sazón en el horno de la tribulación ...una sola cosa es de nuestra incumbencia...serle testigos (especialmente de su resurrección, según se lee.7

·        Se dice que el original implica simultáneamente el ser testigos en Jerusalén, Judea y Samaria y hasta los confines de la Tierra.8

·        “Fue llevado a las alturas” es lo que se dice de El y allí es donde está.9”Padre nuestro que estás en los Cielos”

·        “Hasta que una nube lo ocultó” Es su voluntad quedar ocultó a los ojos naturales y solo perceptible a la fe todo este tiempo.10

·        Finalmente los discípulos decidieron mirar al cielo...pero físico: “¿qué hacen aquí mirando al cielo”11... O sea que es posible mirar al cielo sin ver el Reino de los Cielos sino el propio.

·         “De repente, se les acercaron dos hombres vestidos de blanco” Por si la familiaridad con que estaban acostumbrados a ver al Señor Jesucristo no los dejaba ejercitar bien su fe y necesitaban ayuda externa Dios todavía les manda testigos angélicos, celestiales que los consolaran por su partida con la promesa de su regreso.11

·         “Se dedicaban a la oración” ¿Cómo mantener la importancia de las cosas celestiales en nuestro diario vivir sin ella? ¿Se podrá decir de nosotros “se dedicaban a la oración?”

 

·        Hasta los hermanos de Jesús y su madre estaban integrados al grupo de oración. 14 Gran milagro pues en otra fiesta igual años atrás narra San Juan: “ lo cierto es que ni siquiera sus hermanos creían en Él”Jn.7;5

·        Pedro afirma que el Espíritu Santo es el autor de la Biblia : ”Tenía que cumplirse la Escritura que, por boca de David, había predicho el Espíritu Santo”16

·        “Judas se contaba entre los nuestros y participaba en nuestro ministerio”17

·         De los 12 Judas era el único de Judea, todos los demás eran Galileos. La traición viene desde dentro del grupo. Es algo que hay que esperar y aguantar en cualquier grupo o asociación del pueblo de Dios, pues siempre va a existir el “discípulo” que valore más la compra de una campo en este mundo (aunque sea de sangre y allí se revienten su cabeza y sus entrañas) que serle fiel al Señor que da su vida por él. Judas además era el administrador de los fondos del grupo de discípulos, era el tesorero, él se hacía cargo de las finanzas, pero tenía un pequeño defecto, no quería saber la diferencia entre dueño y administrador, por eso las administraba muy bien, pero para otro propósito diferente al del Señor, ... muy diferente...exactamente opuesto, es decir: para sí mismo. A tal grado perdió la valoración de lo espiritual que se le hizo que 30 piezas de plata valían más que el Salvador del Universo... Un pequeño dedo puede tapar al sol si lo acercamos lo suficientemente al ojo.

Les comparto este poema: 

 

Judas

 

 

Cuando pienses en Judas

Te debes de acordar

Que aún ser de los 12

No basta para estar.

 

Se necesita el alma

El ser, y todo dar

Al que todo lo mira

Y Al que en todo está.

 

30 monedas bastan

para menospreciar

el llamado del Cielo,

y Al que llama, entregar.

 

Siempre tuvo la bolsa,

Siempre quiso el control,

El frasco de alabastro

Cómo le molestó.

 

Estuvo en cada cena,

Cada milagro y don,

Pero sólo por fuera

Pues servía a otro Dios.

 

El amor al dinero

De los males, el mal.

Se viste de los nuestros

Y mete al vino el pan.

 

Pero sus intenciones

Las vimos en Balaam.

Esaú por un plato,

Vende lo espiritual.

 

El joven nunca quiso

Con los 12 estar

Prefirió ser muy rico

Y muy bueno, que dar.

 

De lo que le sobraba

Llevó Caín a dar

Para el Rey de los Reyes

El no tenía lugar. Por ganar unos pesos

Abre un vientre el doctor,

El abogado roba,

Y miente el contador,

La mujer se envilece,

Y el hombre aún peor;

El soldado extorsiona,

y se vende el pastor.

Se enajena el maestro,

El papá se escapó,

La mamá no está en casa,

La familia murió.

El patrón abusaba,

El empleado robó,

El presidente miente,

Y guerras inventó.

La gente lo consiente

Y el mundo sigue peor...

Adquiriendo más campos

De cabeza, de sangre,

Reventado por dentro

Y vendiendo al Señor.

 

El amor al dinero

causa de todo mal

ídolo con licencia

Del cristianismo actual.

 

Tenemos que quebrarlo

Pues él nos va a quebrar,

Laborar por lo eterno,

Negar al animal...

Que traemos adentro,

Que quiere dominar,

Pero creo que su cetro

La cruz lo vio quebrar.

 

Somos gente plasmada

A la imagen de Dios,

El cuida de nosotros,

No la preocupación.

 

Honremos al que Vive

Libres de todo afán

Dedicados en serio

A su gloria y su plan.

 

El que cuida Galaxias,

¿No podrá darnos pan?

Nosotros, a lo eterno

El nos puede cuidar.

 

·        “Porque en el libro de Salmos está escrito: “que su lugar quede desierto, y que nadie lo habite” Es interesante leer todo el Salmo 69 de donde fue tomada la cita. V.20

·        “Que otro se haga cargo de su oficio”. Leer todo el Salmo 109 también le da más seriedad al asunto

·        El suplente de Judas Iscariote debía ser testigo de la resurrección. 21

lunes, 16 de marzo de 2009

La Crisis

Hermanos, un pensamiento de Don Alberto Einstein sobre la crisis.

No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo.

La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos.

La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.

Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ’superado’.

Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.

La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia.

El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.

Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.

Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.

Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.

En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla.

sábado, 14 de marzo de 2009

EL PACTO DE LAUSANA


INTRODUCCIÓN

Como miembros de la Iglesia de Jesucristo, provenientes de más de 150 naciones, que hemos participado en el Congreso Internacional sobre Evangelización Mundial en Lausana, alabamos a Dios por Su gran salvación y nos regocijamos en la comunión que nos ha dado consigo mismo y del uno para con el otro. Impulsados al arrepentimiento por nuestros fracasos, y desafiados por la inconclusa tarea de la evangelización, nos sentimos profundamente conmovidos por las cosas que Dios está haciendo en nuestros días. Creemos que el Evangelio es la buena nueva de Dios para todo el mundo, y por Su gracia, estamos decididos a obedecer la comisión de Cristo, de proclamarla a toda la humanidad, y hacer discípulos de todas las naciones. Deseamos, por lo tanto, afirmar nuestra fe y nuestra resolución y hacer público nuestro pacto.

 

1. EL PROPÓSITO DE DIOS
Afirmamos nuestra fe en un solo Dios eterno, como Creador y Señor del mundo, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, que gobierna todas las cosas según el propósito de Su voluntad. El ha estado llamando, del mundo, un pueblo un pueblo par Sí, y enviándolo al mundo como siervos y testigos Suyos, para la extensión de Su Reino, la edificación el cuerpo de Cristo y la gloria de Su Nombre. Confesamos con vergüenza que a menudo hemos negado nuestro llamamiento y fallado en nuestra misión, conformándonos al mundo o separándonos de él. Sin embrago, nos regocijamos de que, aunque en vasos de barro, el Evangelio sigue siendo un precioso tesoro. A la tarea de dar a conocer ese tesoro, por el poder del Espíritu Santo, deseamos dedicarnos de nuevo. 
Isa. 40:28; Mat. 28:19; Ef. 1:11; Hech. 15:15; Juan 17:6,18; Ef. 4:12; 1 Cor. 5:10; Rom. 12:2; 2 Cor. 4:7

 

2. AUTORIDAD Y PODER DE LA BIBLIA
Afirmamos la divina inspiración, fidelidad y autoridad de las Sagradas Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento, sin error en todo lo que aseveran, y que son la única norma infalible de fe y conducta. Afirmamos también el poder de la Palabra de Dios para cumplir Su propósito de salvación. El mensaje de la Biblia se dirige a toda la humanidad, puesto que la revelación de Dios en Cristo y en las Escrituras es inalterable. Por medio de ella el Espíritu Santo sigue hablando hoy. El ilumina la mente del pueblo de Dios en cada cultura, para percibir la verdad nuevamente con sus propios ojos, y así muestra a toda la iglesia más de la mulltiforme sabiduría de Dios. 2 Tim. 3:16; 2 Pedro 1:21; Juan 10:35; Isa. 55:11; 1 Cor. 1:21; Rom. 1:16; Mat. 5:17,18; Judas 3, Ef. 1:17,18; 3:10,18.

 

3. SINGULARIDAD Y UNIVERSALIDAD DE CRISTO
Afirmamos que hay un solo Salvador y un solo Evangelio aunque existen diversos acercamientos a la evangelización. Reconocemos que todos los hombres tienen algún conocimiento de Dios por medio de Su revelación general en la naturaleza. Pero rechazamos también, como un insulto a Cristo y al Evangelio, toda clase de sincretismo y diálogo que implique que Cristo habla igualmente por medio de todas las religiones e ideologías. Jesucristo es el Dios-hombre que se entregó a Sí mismo como único mediador entre Dios y el hombre. No hay otro nombre en que podamos ser salvos. Todos los hombres perecen causa del pecado, pero Dios ama a todos los hombres y es Su deseo que ninguno perezca sino que todos se arrepientan. Sin embargo, los que rechazan a Cristo repudian el gozo de la salvación y se condenan a una eterna separación de Dios. Proclamar a Jesús como "El Salvador del mundo" no es afirmar que todos los hombres son salvos automática o finalmente, y menos aún afirmar que todas las religiones ofrecen la salvación en Cristo. Es mas bien, proclamar al mundo de los pecadores e invitar a todos los hombres a responder al El como Señor y Salvador en la entrega personal y auténtica del arrepentimiento y la fe. Jesucristo ha sido exaltado sobre todo nombre: esperamos el día cuando toda rodilla se doble ante El y toda lengua lo confiese como Señor. 
Gál. 1:8,9; Rom. 1:18,32; 1 Tim. 2:5,6; Hech. 4:12; Juan 3:16-19; 2 Tes, 1:7-9; Juan 4:42; Mat. 11:28; Ef. 1:20,21; Fil.2:9-11.

 

4. NATURALEZA DE LA EVANGELIZACIÓN
Evangelizar es difundir la buena nueva de que Jesucristo murió por nuestros pecados y resucitó de los muertos según las Escrituras, y que ahora como el Señor que reina ofrece el perdón de los pecados y el don liberador del Espíritu Santo a todos los que se arrepienten y creen. Nuestra presencia cristiana en el mundo es indispensable para la evangelización; también los es un diálogo cuyo propósito sea escuchar con sensibilidad a fin de comprender. Pero la evangelización es la proclamación misma del Cristo histórico y bíblico como Salvador y Señor, con el fin de persuadir a las gentes a venir a El personalmente y reconciliarse con Dios. Al hacer la invitación del Evangelio, no tenemos la libertad para ocultar o rebajar el costo del discipulado. Jesús todavía llama, a todos los que quieran seguirlo, a negarse a sí mismos, tomar su cruz e identificarse con su nueva comunidad. Los resultados de la evangelización incluyen la obediencia a Cristo, la incorporación en Su iglesia y el servicio responsable en el mundo. 1 Cor. 15:3,4; Hech. 2:32-39; Juan 20:21; 1 Cor. 1:23; 2 Cor. 4:5; 5:11-20; Luc. 14:25-33; Mar. 8:34; Hech. 2:40,47; Mar. 10:43-45

 

5. RESPONSABILIDAD SOCIAL CRISTIANA
Afirmamos que Dios es tanto el Creador como el Juez de todos los hombres. Por lo tanto, debemos compartir Su preocupación por la justicia y la reconciliación en toda la sociedad humana, y por la liberación de todos los hombres de toda clase de opresión. La humanidad fue hecha a la imagen de Dios; consecuentemente, toda persona, sea cual sea su raza, religión, color, cultura, clase, sexo, o edad tiene una dignidad intrínseca, en razón de la cual debe ser respetada y servida, no explotada. Expresamos además nuestro arrepentimiento, tanto por nuestra negligencia, como por haber concebido, a veces, la evangelización y la preocupación social como cosas que se excluyen mutuamente. Aunque la reconciliación con el hombre no es lo mismo que la reconciliación con Dios, ni el compromiso social es lo mismo que la evangelización, ni la liberación política es lo mismo que la salvación, no obstante afirmamos que la evangelización y la acción social y política son parte de nuestro deber cristiano. Ambas son expresiones necesarias de nuestra doctrina de Dios y del hombre, de nuestro amor al prójimo y de nuestra obediencia a Jesucristo. El mensaje de la salvación implica también un mensaje de juicio a toda forma de alienación, opresión y discriminación, y no debemos temer el denunciar el mal y la injusticia dondequiera que existan. Cuando la gente recibe a Cristo, nace de nuevo en Su Reino y debe manifestar a la vez que difundir Su justicia en medio de un mundo injusto. La salvación que decimos tener, debe transformarnos en la totalidad de nuestras responsabilidades, personales y sociales. La fe sin obras es muerta. Hech. 17:26,31; Gén. 18:25; Isa. 1:17; Sal. 45:7; Gén. 1:26,27; Sant. 3:9; Lev. 19:18; Luc. 6:27,35; Sant. 2:26-26; uan 3:3,5; Mat. 5:20; 6:33; 2 Cor. 3:18.

 

6. LA IGLESIA Y LA EVANGELIZACIÓN
Afirmamos que Cristo envía a los redimidos al mundo así como el Padre lo envió a El, y que ello exige una similar penetración profunda y costosa en el mundo. Necesitamos salir de nuestros ghettos eclesiásticos y penetrar en la sociedad no cristiana. En la misión de la Iglesia, que es misión de servicio sacrificial, la evangelización ocupa el primer lugar. La evangelización mundial requiere que toda la Iglesia lleve todo el Evangelio a todo el mundo. La Iglesia está en el corazón mismo del propósito cósmico de Dios y es el instrumento que El ha designado para la difusión del Evangelio. Pero una Iglesia que predica l cruz debe ella misma estar marcada por la cruz. Se convierte en una piedra de tropiezo para la evangelización cuando traiciona al Evangelio o carece de una fe viva en Dios, un genuino amor a los hombres, o una escrupulosa honradez en todas las cosas, incluyendo la promoción y las finanzas. La Iglesia es la comunidad del Pueblo de Dios, mas bien que una institución, y no debe identificarse con una cultura, sistema social o político, o ideología humana particular. 
Juan 17:18, 20-21; Mat. 29:19-20; Hech. 1:8; 20:27; Ef. 1:9; 3:9-11; Gál. 6:14,17; 2 Cor. 6:3,4; 2 Tim. 2:19-21; Fil. 1:27.

 

7. COOPERACIÓN EN LA EVANGELIZACIÓN
Afirmamos que la unidad visible de la Iglesia en la verdad es el propósito de Dios. La evangelización también nos invita a la unidad, puesto que la unidad fortalece nuestro testimonio, así como nuestra falta de unidad menoscaba nuestro evangelio de reconciliación. Reconocemos, sin embargo, que la unidad organizacional puede tomar muchas formas y no necesariamente sirve a la causa de la evangelización. No obstante, los que compartimos la misma fe bíblica, debemos estar estrechamente unidos en comunión, trabajo y testimonio. Confesamos que nuestro testimonio ha estado a veces marcado por un individualismo pecaminoso y una duplicación innecesaria. Nos comprometemos a buscar una unidad más profunda en la verdad, la adoración, la santidad y la misión. Urge el desarrollo de una cooperación regional y funcional para el avance de la misión de la iglesia, el planeamiento estratégico, el ánimo mutuo y el compartir de recursos y experiencia. Juan 17:21,23; Ef. 4:3,4; Juan 13:35; Fil. 1:27; Juan 17:1-23.

 

8. LA IGLESIA Y EL COMPAÑERISMO EN LA EVANGELIZACIÓN
Nos gozamos de que una nueva era misionera haya empezado. El viejo modelo de dominación occidental está desapareciendo rápidamente. Dios está levantando de las iglesias jóvenes, grandes y nuevos recursos para la evangelización mundial, y está demostrando así que la responsabilidad de evangelizar pertenece a todo el cuerpo de Cristo. Todas las iglesias, por lo tanto, deben preguntar a Dios y preguntarse a sí mismas lo que deben hacer para evangelizar su propia área y enviar misioneros a otros países del mundo. Le evaluación de nuestra responsabilidad y la tarea misionera debe ser contínua. Así crecerá el compañerismo entre las iglesias y se manifestará, con mayor claridad, el carácter universal de Cristo. También damos gracias a Dios por todas las agencias que trabajan en la traducción de la Biblia, la educación teológica, los medios masivos de comunicación, la literatura cristiana, la evangelización, las misiones, la renovación de la iglesia y otros campos especializados. Ellas también deben empeñarse en una autocrítica constante, a fin de evaluar su efectividad como parte de la misión de la Iglesia. 
Rom. 1:18; Fil. 1:5; 4:15; Hech. 13:1-3; 1 tes. 1:6-8.

 

9. LA URGENCIA DE LA TAREA DE EVANGELIZACIÓN
Más de 2700 millones de personas, es decir, más de las dos terceras partes de la humanidad, no han sido evangelizadas todavía. Nos avergonzamos de que tantas personas hayan sido descuidadas; esto es un continuo reproche para nosotros y para toda la iglesia. Hoy, sin embargo, hay muchas partes del mundo en que hay una receptividad sin precedentes frente al Señor Jesucristo. Estamos convencidos, de que es el momento en que las iglesias y las agencias paraeclesiásticas oren fervientemente, por la salvación de los inconversos, e inicien nuevos esfuerzos para realizar la evangelización del mundo. Una reducción del número de misioneros y de fondos procedentes del exterior, puede ser a veces necesario para facilitar, en un país evangelizado, el crecimiento de una iglesia nacional en autoconfianza, y para desplazar recursos a otras áreas no evangelizadas. Debe haber un libre intercambio de misioneros, de todos los continentes a todos los continentes, en un espíritu de servicio humilde. La meta debe ser, por todos los medios disponibles y en el más corto plazo posible, que toda persona tenga la oportunidad de escuchar, entender y recibir la Buena Nueva. No podemos esperar alcanzar esta meta sin sacrificio. Todos nos sentimos sacudidos por la pobreza de millones de personas y perturbados por las injusticias que la causan. Los que vivimos en situaciones de riqueza aceptamos nuestro deber de desarrollar un estilo de vida simple a fin de contribuir más generosamente tanto a la ayuda material como a la evangelización. 
Jua 9:4; Mat. 9:36-38; Rom. 9:1--9; 1 Cor. 9:19-23; Mat. 16:15; Isa. 58:6,7; Sant. 1:27; 2:1-9; Mat. 25:31-46; Hech. 2:44,45; 4:34,35.

 

10. EVANGELIZACIÓN Y CULTURA
El desarrollo de la estrategia para la evangelización mundial requiere imaginación en el uso de métodos. Con la ayuda de Dios, el resultado será el surgimiento de iglesias enraizadas en Cristo y estrechamente vinculadas a su cultura. La cultura siempre debe ser probada y juzgada por las Escrituras. Puesto que el hombre es una criatura de Dios, algunos de los elementos de su cultura son ricos en belleza y bondad. Pero debido a la caída, toda su cultura está mancillada por el pecado y algunos de sus aspectos son demoníacos. El evangelio no presupone la superioridad de una cultura sobre otras, sino que evalúa a todas las culturas según sus propios criterios de verdad y justicia, e insiste en principios morales absolutos en cada cultura. Las misiones, con mucha frecuencia, ha exportado una cultura extraña junto con el Evangelio, y las iglesias han estado más esclavizadas a la cultura que sometidas a las Escrituras. Los evangelistas de Cristo deben tratar, humildemente, de vaciarse de todo, excepto de su autenticidad personal, a fin de ser siervos de los demás, y las iglesias deben tratar de transformar y enriquecer su cultura, todo para la gloria de Dios. Mar. 7:8,9,13; Gén. 4:21,22; 1 Cor. 9:19-23; Fil. 2:5-7; 2 Cor. 4:5

 

11. EDUCACIÓN Y LIDERAZGO
Confesamos que, a veces, hemos buscado un crecimiento de la Iglesia a expensas de la profundidad, y hemos divorciado la evangelización del crecimiento cristiano. Reconocemos también que algunas de nuestras misiones han sido lentas en cuanto a equipar y animar a los líderes nacionales para que asuman las responsabilidades a que tienen derecho. Sin embargo, aceptamos los principios de autocrítica y anhelamos que cada iglesia tenga líderes nacionales que manifiesten un estilo cristiano de liderazgo, no en términos de dominio, sino de servicio. Reconocemos que hay mucha necesidad de mejorar la educación teológica, esencialmente para los líderes de la iglesia. En cada nación y cultura debe haber un programa efectivo de entrenamiento para pastores y laicos, en doctrina, discipulado, evangelización, crecimiento y servicio. Tales programas de entrenamiento no deben depender de una metodología estereotipada, sino que deben desarrollarse según iniciativas locales creadoras en conformidad con las normas bíblicas. Col. 1:27,28; Hechos 14:23; Tito 1:5,9; Mar. 10:42-45; Ef. 4:11,12

 

12. CONFLICTO ESPIRITUAL
Creemos que estamos empeñados en una constante batalla espiritual contra los principados y potestades del mal, que tratan de destruir a la iglesia y frustrar su tarea de evangelización mundial. Conocemos nuestra necesidad de tomar toda la armadura de Dios y pelear esta batalla con las armas espirituales de la verdad y la oración, ya que percibimos la actividad de nuestro enemigo, no sólo en las falsas ideologías fuera de la Iglesia, sino también dentro de ellas, en los evangelios falsos que tergiversan las Escrituras y colocan al hombre en el lugar de Dios. Necesitamos vigilancia y discernimiento para salvaguardar el Evangelio Bíblico. Reconocemos que nosotros mismos no estamos inmunes a la mundanalidad en el pensamiento y en la acción, es decir, una contemporización con el secularismo. Por ejemplo, aunque los estudios del crecimiento de la Iglesia, tanto numérico como espiritual, tienen su lugar cuando se hacen con cuidado, a veces los hemos descuidado. Otras veces, en el deseo de asegurar una respuesta al evangelio, hemos acomodado nuestro mensaje, hemos manipulado a nuestros oyentes por medio de técnicas de presión y nos hemos preocupado demasiado de las estadísticas y hasta hemos sido deshonestos en el uso que hemos hecho de ellas. Todo esto es mundanal. La Iglesia debe estar en el mundo, pero el mundo no debe estar en la Iglesia. Ef. 6:12; 2 Cor. 4:3,6; Ef. 6:11, 13-18; 2 Cor. 10:3-5; 1 Juan 2:18-25; 4:1-3; Gál. 1:6-8; 2 Cor. 2:17; 4:2; Juan 17:5

 

13. LIBERTAD Y PERSECUCIÓN
Es un deber señalado por Dios, que todo gobierno debe asegurar condiciones de paz, justicia y libertad, en las cuales la Iglesia pueda obedecer a Dios, servir al Señor Jesucristo, y predicar el Evangelio sin impedimento. Por lo tanto, oramos por los gobiernos nacionales y les hacemos un llamado para que garanticen la libertad de pensamiento y de conciencia, y la libertad de practicar y propagar la religión, de acuerdo con la voluntad de Dios en los términos establecidos en la Declaración Universal de los Derechos humanos. Expresamos también nuestra preocupación profunda por quienes sufren prisión injustamente, y especialmente por nuestros hermanos que sufren por el testimonio del Señor Jesús. Prometemos orar y trabajar por su libertad. Al mismo tiempo que no nos dejaremos intimidar por lo que les suceda a ellos. Con la ayuda de Dios, también nosotros procuraremos mantenernos firmes contra la injusticia y permanecer fieles al Evangelio cualquiera sea el costo. No olvidemos la advertencia de Jesús de que la persecución es inevitable. 
1 Tim. 1:1-4; Hech. 4:19; 5:29; Col. 3:24; Heb. 13:1-3; Luc. 4:18; Gál. 5:11; 6:12; Mat. 5:10-12; Juan 15:18-21

 

14. EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO
Creemos en el poder del Espíritu Santo. El Padre envió a Su Espíritu para dar testimonio de Su Hijo; sin el testimonio de ÉL nuestro testimonio es vano. La convicción de pecado, la fe en Cristo, el nuevo nacimiento y el crecimiento cristiano, son todos obra Suya. Más aún, el Espíritu Santo es un Espíritu misionero, y por ello la evangelización debiera brotar de una iglesia que está llena del Espíritu. La evangelización mundial será una posibilidad realista, sólo cuando el Espíritu renueve a la Iglesia en sabiduría, fe, santidad, amor y poder. Por lo tanto, hacemos un llamado a todos los cristianos, para que oren, a fin de que venga una visitación del Espíritu de Dios, de modo que todo Su fruto se vea en Su pueblo, y que todos Sus dones enriquezcan al cuerpo de Cristo. Sólo entonces, la Iglesia toda llegará a ser instrumento adecuado en Sus manos, para que el mundo entero oiga la voz de Dios. 1 Cor. 2:4; Juan 15:26,27; 16:8-11; 1 Cor. 12:3; Juan 3:6-8; 2 Cor. 3:18; Juan 7:37-39; 1 Tes 5:19; Hech. 1:8; Sal. 85:4-7; 67:1-3; Gál. 5:22,23; 1 Cor. 12:4-31; Rom. 12:3-8

 

15. LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
Creemos que el Señor Jesucristo regresará en forma personal y visible, en poder y gloria, para consumar Su salvación y Su Juicio. Esta promesa de Su venida, nos impulsa poderosamente a evangelizar, porque recordamos Sus palabras que es necesario que el Evangelio sea predicado a todas las naciones. Creemos que en el período que media entre la ascensión de Cristo y Su segunda venida, la misión del pueblo de Dios tendrá que completarse y que no podemos detenernos antes del fin. También recordamos Su advertencia de que surgirán falsos profetas y falso cristos como precursores del Anticristo final. Por lo tanto, rechazamos todo sueño autosuficiente y arrogante de que el hombre podrá construir una utopía en la tierra. Nuestra confianza cristiana es que Dios perfeccionará Su reino, y esperamos con gran expectativa el día en que habrá nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales morará la justicia y Dios reinará para siempre. Entre tanto, nos dedicamos de nuevo al servicio de Cristo y de los hombres, sometiéndonos gozosamente a Su autoridad sobre la totalidad de nuestras vidas. Mar. 14:62; Heb. 9:28; Mar. 13:10; Hech.1:8-11; Mat. 28:20; Mar. 13:21-23; Juan 2;18; 4:1-3; Luc. 12:32; Apoc. 21:1-5; 2 Pedro 3:13; Mat. 28:18

 

CONCLUSIÓN Por tanto, teniendo en cuenta nuestra fe y nuestra resolución, hacemos pacto solemne con Dios y con nuestros hermanos, de orar, planear y trabajar juntos para la evangelización de todo el mundo. Hacemos un llamado a cuantos quieran unirse a nosotros. QUE DIOS NOS AYUDE POR SU GRACIA Y PARA SU GLORIA A SER FIELES A ESTE PACTO! Amen, Aleluya.