lunes, 31 de agosto de 2009

Reflexiones Sobre los Hechos de los Apóstoles: CAPITULO 7-E…

¿SUCESO O PROCESO?


Si te equivocas en la respuesta, pierdes mucho…


  • Los papás pensamos que es posible suplir la paternidad (proceso a largo plazo) por regalos o eventos (acorto plazo)…Y por supuesto que nunca logramos convencer a los hijos con el “tiempo de calidad” que decimos darles. Para los muchachos sí importa la cantidad y mucho. Allí está su verdadera educación. Necesitan tanto la calidad como la cantidad de tiempo inmerso de eternidad…para recibir el regalo de la paternidad. (porque el tiempo vale oro, por eso el que roba tiempo, roba oro) Es decir cómo ser buenos padres si no dedicamos tiempo al Padre del Cielo ni a los hijos. -Mejor un evento para cada uno por semana de una o dos horas y eso que les baste-…pero no les basta, pues no es bastante. La paternidad y la eternidad son procesos, es decir: son la vida. No sucesos solamente. No basta tampoco con tomar un curso sobre la paternidad, ni con proveer lo físico, es proceso no suceso.

  • El esposo que cree que con un anillo basta para “ser fiel” y como fue caro, pues con esa excusa descuida en la vida matrimonial el proceso de la fidelidad que es el verdadero “anillo”, ¿cómo va a valer lo mismo un suceso de la compra de un anillo que toda una vida de fidelidad?

  • La señora prefiere comprar un nuevo método de dieta cada vez, pero no se quiere someter al proceso de la disciplina diaria. Cree que el suceso de la compra o el de la consulta pueden sustituir al proceso del buen comer.

  • El amigo pensó y sigue pensando que con que no se le olvide la fecha del cumpleaños ya está siendo amigo… lo malo el otro piensa lo mismo, y sigue el engaño de que la amistad es una vez al año, y no una relación profunda basada en el segundo mandamiento. ¡Y qué ofensa tan tremenda si se le pasa el cumpleaños!…no importa que todo el año se ignoren mutuamente. El engaño acaba con todo lo que toca.

Entonces el querer suplir un proceso con un evento o un regalo, se llama autoengaño, fraude, soborno, corrupción, distorsión de la realidad. Porque es mucho menos en cantidad y en calidad. Si fuera un negocio se le llamaría robo, si fuera un juzgado, injusticia; en la educación sería como falsificar el certificado sin haber pasado por el curso. En la música sería comparar el instrumento con la música que saca de él el que lo sabe tocar por el proceso que le tomó aprender. No es lo mismo ni son intercambiables.

En el plano religioso, puede ser todavía más delicado porque lleva además cubiertas de oropel y lenguaje sacro.

Así le pasó a Esteban, mártir cristiano quién fue apedreado por el fanatismo religioso y falso de sus contemporáneos que años antes habían ideado la ejecución de Jesucristo por razones similares. El martirio de Esteban estaba justificado a la vista de sus acusadores pues estaban convencidos que él no le atribuía el valor que ellos decían atribuirle a las tradiciones de sus antepasados, aunque en realidad estaban hablando de cosas distintas: ellos hablaban de los símbolos y Esteban de las realidades. Y la verdad es que por sus argumentos parece que entendiera aún la historia de sus tradiciones mejor que ellos pues conocía la secuencia, la importancia, la valoración e interconexión de pasajes de manera fresca, concisa y contundente pues conocía al Autor y su énfasis no eran la letra sino el espíritu de la Palabra y de la historia, el contenido de la Ley y del Templo y no sólo la forma como ellos.

Es tan grave esta contraposición de percepciones entre la sombra y el contenido de lo que es la realidad, que puede llevar a graves acusaciones falsas contra inocentes y con toda la convicción de que estamos actuando bien puede llegar al extremo de literalmente ser “entregados aun por vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros”; (Luc 21:16) Dice la Biblia que en los últimos días vendrán tiempos difíciles y habrá muchos:

“…que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella”. 2Ti 3:5

Aquí Esteban fue entregado a la muerte por “padres y hermanos” de su nación que leían o querían leer su dedicación a lo esencial como rebelión contra lo formal, simbólico, nacional, tradicional e institucional. Pero por supuesto que no era así, la única diferencia era que Esteban daba mayor importancia a los significados que a los signos, a los contenidos que a los odres, a los procesos que a los sucesos, eventos o regalos.

A esta ceguera escogida que ha decidido ignorar las realidades espirituales y concentrarse en lo que puede comprar el dinero Jesucristo la llamó “ojo maligno” La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas.” (Luc 11:34).

¿Por qué maligno?

  • Porque es muy malo cambiar el proceso del hogar por el evento de comprar casa aunque como es engaño, lleva consigo este último, otro proceso de trabajo forzado por 30 años para poder pagarla para al final descubrir que ya nadie la quiere y además se perdió el hogar.
  • Es muy malo sustituir el proceso del discipulado por el evento del envío del misionero. Sería como tratar de construir los últimos pisos de un edificio que nunca se construyó piso a piso empezando por ahondar bajo tierra para el cimiento.
  • Es maligno sustituir el proceso de ser el Cuerpo de Cristo que implica la negación del yo para aceptar a todos los que el Señor llama hijos aunque a mí no me parezcan, por el suceso de nada más ir a un templo.
  • Es deshonesto comprar a la gente con regalos para que acepten el “evangelio” por no querer invertir tiempo en conocerlos a fondo, relacionarnos con ellos en forma sencilla y de igualdad, y juntos descubrir el proceso de construcción que Dios está haciendo de su propio Templo al unir seres humanos antes contrapuestos en vez de forzar a la gente a venir al evento de mi templo.

Bueno, Él hablaba de “tener ojo sencillo”. “Si tu ojo es sencillo todo tu cuerpo estará lleno de luz”.

Es decir que no tenga doble visión. La doble visión habla de dos visiones es decir división. Aquí está la raíz de la división y fragmentación.

El contexto de este pasaje es el de atesorar las realidades celestiales no las terrenales que son solo sombra, y fue allí donde dijo que ninguno puede servir a dos señores, es decir al Señor de los Cielos y al señor de las sombras que es el mismo diablo del amor al dinero, ídolo y espíritu a quién adoran a veces sin saberlo, todos los que adoran sombras, símbolos, signos, representaciones, imágenes de la realidad, formas, figuras, santuarios terrenales, posesiones temporales, y todo aquello que sólo es representación y no esencia de las realidades celestiales.

“Muchos me dirán en aquel día: 'Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” (Mat 7:22-23)

Jesucristo, a esta ceguera escogida le llamó hipocresía, tinieblas, profanación, como en el caso de Esaú que sigue pensando que la seguridad de la comida terrenal es la verdadera, y es la que trae consigo la verdadera estabilidad y trueca el Sueño por un dueño, y cree de hecho que el plato de comida en la mesa tiene más valor que el hambre que tiene su alma de eternidad, y sin miramientos, lo cambia, lo vende, lo negocia y le dedica lo mejor de su tiempo, de su profesión, de sus años, de sus recursos y luego se frustra porque no se siente satisfecho, ¿cómo se va a sentir satisfecho si cambió al Dios de los Cielos por el dios del vientre? y ahora a puro engordar, trabajar sin un alto propósito, solo para comer, pelear y jactarse hasta que venga la muerte de su carne por la que cambió a Dios pues nunca quiso quitarse esa carnalidad con la verdadera circuncisión del corazón.

(Y aún el día de hoy hay quién sigue pensando que la circuncisión es un suceso físico y un corte carnal y no el proceso espiritual y el corte de la Espada del Espíritu que “penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. Heb 4:12 para desechar la verdadera carnalidad que no solo es pellejo sino la vida animal, del ánima, es decir del alma, que no es lo mismo que la del espíritu pues la primera tiene su centro en el yo, mientras la segunda en Dios, esto es, cuando no está muerto por la desobediencia.

Pobre Esaú, pero se cree rico, por eso no se puede ni arrepentir. Y sigue valorando las cosas terrenales por encima de las celestiales, por eso Dios tuvo que irse por Jacob en el linaje aunque Esaú fue primogénito y Jacob suplantador, pero al menos valoraba lo espiritual por encima de las sombras y escogió creer a Dios siguiendo a su abuelo Abraham y a su padre Isaac.

Y que decir de Balaam, quién está dispuesto a maldecir al linaje espiritual, para beneficiar a uno terrenal, con tal de ser reconocido en lo temporal, aunque sabe que a Dios por supuesto que no le agrada y sin embargo decide orar varias veces en contra de la voluntad de Dios, pero a favor de lo personal, a ver si logra convencerlo de que cambie sus designios de tener por pueblo un linaje espiritual por uno terrenal, pero por supuesto que Dios nunca lo va a hacer porque lo que es nacido de la carne… no puede ser espiritual jamás, sólo lo que es nacido de Dios, es de Dios.

Jezabel, la reina con tal de conservar el mando y la independencia, desprecia marido, mata hombres de Dios, persigue a los Elías, adquiere nuevas tierras a precio de sangre… el Espíritu Santo la ve metida en la Iglesia “ toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. (Apo 2:20) y dice que nosotros la dejamos entrar, pero no sólo entrar…también mandar pues es lo que más le gusta a ella, pero por supuesto sin que nadie la mande.

Esa mujer está a cargo de la enseñanza independiente de Dios que se da en la iglesia, y la seducción de esa mujer de hacer fornicar a los hijos de Dios con las sombras, con las imágenes de las realidades celestiales son los ídolos que no son otra cosa que figuras, representaciones, imágenes, formas externas, signos, símbolos, sombras, es decir lo que venimos tratando de comunicar en toda esta reflexión.

Pedimos y pidamos a Dios que se levanten Elías y Jehús que literalmente acaben con esta señora mandona que no sé cuando se nos metió a la iglesia y no se quiere salir.

Pero viendo la historia de las cruzadas, la inquisición, los que ahogaban a los anabautistas y menonitas, las “guerras santas” de la actualidad en Irlanda, Europa, Las Tres Américas, Sudáfrica, Medio Oriente, parece que nunca se ha salido pues los mártires sinceros siguen en aumento, las adquisiciones de tierras a costa de sangre también, y el menosprecio del Dios viviente es evidente.

Pero ¿cómo opera esto? Muy sencillo:

  1. Nos hace creer que la salvación es un evento, no un proceso que tuvo un evento inicial. Por eso nos engañamos creyendo que no importa que hagamos Dios nos va a perdonar al final. ¿O qué no es bueno?, decimos. Pero decidimos ignorar que su bondad nunca es independiente de la justicia, de la verdad y de todas las demás características intrínsecas de su amor. No podemos recibir a Cristo en un evento y rechazarlo en todo un proceso de vida que vale mucho más que millones de eventos. ¿De qué somos salvos pues, si de lo que Dios vino a salvarnos entre otras cosas es precisamente de ese ojo maligno?
  2. Nos dice que unas horas de un día a la semana es más que suficiente para invertir en la relación con LAS TRES PERSONAS más importantes de la existencia, y esto en un lugar determinado donde puedo o no poner atención. Con que esté de cuerpo presente y que todos los que me conocen me vean que fui, que cumplí, basta, pero llevar las manos llenas para dar, estar enteramente presente para participar, utilizar el resto del día y la semana para expandir, pues eso sí que no, porque yo ya le di a Dios lo que es de Él y el resto de la semana es mío. Nos hace creer que “el día del Señor” es un día físico solamente y hasta nos peleamos con los que celebran al mismo Señor pero otro día, y le damos más importancia al día que al Señor o que al amor de hermanos, pero se nos olvida que está hablando de un proceso, de una actitud, de una manera de ver la realidad Heb 4:10 Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Y que ese mismo día fue instituido para que el hombre recordara su origen eterno, saliera de sus rutinas para estar con su Padre, repensara su vida, corrigiera sus caminos, mínimo cada semana, aunque sería preferible a diario, cada momento “orad sin cesar, dad gracias en todo”

  1. Por cierto lo mismo pasa con el diezmo, la ofrenda o cualquier otra excusa que usamos para ya quedarnos con el resto a nuestro antojo como si fuéramos dueños y no administradores, y esto digo que lo usamos como excusa porque muchas veces sale de nuestra boca pero no de nuestra bolsa, lo cual empeora el engaño…como si Ananías y Safira no hubieran muerto o Judas no se hubiera ahorcado cuando descubrió su valoración de la vida tan obtusa: treinta piezas de plata tuvieron más valor para él o ellos que el Maestro. Y la institución en funciones coincidía con él, por eso se las pagó y también sobornó a inocentes guardias que eran testigos oculares de la resurrección a que dijeran lo contrario. El amor al dinero…causa de todos los males, dice la Biblia. Como ya dimos el diezmo (evento semanal, quincenal, mensual o anual según las diferentes tradiciones), ya podemos ser injustos en los tratos con los demás todos los días (por eso preferimos el evento que el proceso.)

  1. Y así nos vamos por “el camino del Señor” engañándonos y engañando a otros: Si se trata de misiones preferimos el evento de IR que el proceso YENDO que es un gerundio, y DICIPULAR, un imperativo. “YENDO, (Siendo proceso de por vida, el traductor lo convirtió en suceso a corto o largo plazo) DISCIPULAD (otro proceso de por vida y dónde recae el imperativo enfático del texto, el traductor lo diluyó haciendo imperativo enfático el “ID” que nunca aparece como tal en el original. A TODAS LAS ETNIAS (no naciones geográficas solamente, ni étnicas solamente sino que abarca razas, tribus, linajes, lenguas es decir toda clase de agrupaciones humanas sin excepción ni acepción, discriminación, ni exclusión.

  1. BAUTIZANDOLOS (también este mandato lo hemos reducido a un suceso físico ignorando su significado de proceso tan claro en las Escrituras.

    1. En primer lugar significa SUMERGIÉNDOLOS en [las profundidades del contenido de] el Nombre del Padre.

    1. Además SUMERGIÉNDOLOS en las profundidades del mismo Infinito, Insondable, Inmarcesible, Inconmensurable Padre mismo.

    1. SUMERGIÉNDOLOS en [las profundidades del contenido de] el Nombre del Hijo.

    1. No solo en su nombre sino que como dice Romanos 6 “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?” (Rom 6:3)

    1. SUMERGIENDOLOS en las profundidades del mismo Hijo de Dios, de su muerte, de su resurrección. Y SUMERGIÉNDOLOS en [las profundidades del contenido de] el Nombre del Espíritu Santo.

    1. Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado … ¿Sinceramente, suena el bautismo como un suceso o como un proceso?, ¿y todo lo demás?

    1. Si estamos metidos con El en sus procesos, El nos promete “he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Amén. (Mat 28:20)

Pero si estamos en el engaño del “suceso” para evitar el “proceso” Él también promete: “Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. Mat 7:23

  1. Hemos reducido La Cena del Señor a un evento, un símbolo, muy solemne, por cierto, pero ya sin el significado original de proceso. ¿Cuál proceso?: la implementación en nuestras vidas de los dos principales mandamientos: Amar a Dios y al próximo. Sentarnos a cenar con ellos cada vez, cada día, cada oportunidad, cada reunión, cada mañana, cada tarde, cada mediodía, así como estaban diseñados los sacrificios del tabernáculo. Una relación de amor, continua, sincera, sencilla, diaria. Pero sólo nos queda el símbolo y el pelearnos por su forma. ¡Qué pobres escogimos ser, pero no de espíritu, tristemente lo digo. Dios nos alumbre y nos haga salir de todos estos engaños religiosos para regresar a la Gran Celebración y Fiesta que es Cenar con Dios y con su Familia todas las veces que lo podamos creer.

  1. Nos gusta el rito, porque no tiene vida, y no nos exige nada más que el automatismo que parece ser la ofrenda que queremos darle a Dios.

Pero a él no le gusta, supongo yo que si los niños se aburren, pues con más razón Él. Si tan sólo pudiéramos ser espectadores de nuestras reuniones, servicios, cultos y asambleas descubriríamos tantas cosas innecesarias que hacemos y cambiamos por las necesarias. Con razón tenemos que forzar el ambiente para probarle a la gente que Dios está allí, y quizás a nosotros mismos. Pero Él ya se fue desde cuando. Dice la Biblia que nos está tocando a la puerta de la iglesia a ver si alguien oye su voz y lo deja entrar…precisamente para cenar con nosotros y convivir y quizás allí nos abra los ojos y los oídos a nuestra condición real, porque yo sé que nosotros pensamos que estamos bien, que somos ricos, que no necesitamos nada, lo malo es que no necesitamos ni a Dios. Por eso estamos en la miseria, ciegos, sordos mudos y mancos y mandando misioneros aún más pobres que nosotros a llevar unas buenas noticias que ni nosotros parecemos creer.

  1. Estamos esperando un gran suceso que cambie nuestra inmadurez y nuestra condición de una buena vez. Un gran avivamiento, un día del Señor, un gran acontecimiento que nos libere del proceso de avivamiento diario al que nos sometió el Señor y seguimos como los discípulos preguntándole al Señor cuando va a llegar aquél día de liberación del yugo de los romanos, “Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. (Hch 1:6-8)

En otras palabras: no se trata de una fecha de liberación de nuestros problemas personales, regionales, nacionales o raciales, sino de un gran proceso mundial de liberación no sólo de ustedes del poder de los romanos sino de toda la humanidad del poder del diablo.

Desde que creímos que el suceso de morder el fruto del conocimiento del bien y el mal para abrir los ojos a otra dimensión era mejor que el proceso de la obediencia a Dios, parece que quedamos tendientes a creer que la forma es la realidad, y la esencia, como no se ve, es solo sombra.

Entonces le llamamos realidad a lo que alcanzamos a percibir y negamos lo que no, como si el eje universal fuera el ego, el yo, aunque leemos en todas partes que no es así, seguimos llamándole a las sombras realidad, y a la realidad sueños.

Esta cosmovisión equivocada centrada en el suceso, en el evento, en el acto, en la sombra y no en el proceso, no en la esencia, nos lleva a vivir vidas engañadas y engañosas, vivimos en la sombra y como sombras.

Viendo no vemos, oyendo no oímos, viviendo no vivimos y muertos enterramos muertos engañándoles que tenemos vida, pero cuando se asoman a nuestra existencia descubre que su centro de gravedad es el ego y queremos meter a todos a nuestra órbita, pero con palabras les hablamos de otra alrededor de la cual no estamos dispuestos a girar pues no creemos verdaderamente que exista otro Centro aparte del ego y sus proyecciones que son todos los “ismos” empezando conmigo mismo, es decir el egoísmo, el familismo, el divisionismo de clase social, el racismo, etnocentrismo, nacionalismo, el borreguismo, el academismo, el intelectualismo, el elitismo, y todo aquello que agrupe a los seres humanos de maneras egoístas y exclusivistas.

Las adicciones que son otro aspecto de lo mismo, reducimos lo que Dios dice a lo que nosotros decimos que dice, porque no podemos creer en lo que dice, se nos hace extremo y radical, y lo es; porque Él está hablando de otra dimensión en donde están las realidades de los símbolos que manejamos aquí y a los que llamamos nuestra religión, nuestra tradición, pero en realidad son sólo eso: “nuestra” porque la de Dios está en el plano celestial y espiritual.

Entonces sí se nos abrieron los ojos cuando mordimos el fruto, pero a lo terrenal, a lo carnal a lo diabólico y a eso es a lo que llamamos éxito, realidad, felicidad, prosperidad, paternidad, espiritualidad, hermandad.

En realidad este es el misterio de la iniquidad del que habla la Bilbia:

2Ts 2:7 “Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.

También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,

que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita”.

(2 Tim. 3:1-6) .

Los procesos de Dios son sencillos, además Él nos promete:

“porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mat 11:30

¿Por qué no someternos a ellos en vez de engañarnos con los sucesos? ¿no creen?



Alvaro Fernández S.

alvaroferna@gmail.com



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